Uno de los retos más importantes de este siglo es luchar contra el cambio climático y para poder lograrlo la herramienta principal es la transición energética. Este, es un cambio estructural a largo plazo de los sistemas energéticos o las fuentes de energía que el mundo utiliza para su desarrollo.
Este cambio se debe principalmente a las consecuencias ambientales, climáticas y sociales que ha traído el excesivo uso y dependencia de las fuentes fósiles. Para lograrlo, cada país debe desarrollar un modelo a base de energías renovables, eficiencia energética, digitalización e instalaciones de gran tamaño con soluciones distribuidas de generación.
Beneficios en la sociedad
Con la transición energética, el clima, la economía y la sociedad se ven beneficiados. Las fuentes renovables y la movilidad eléctrica reducen la contaminación, mientras que las centrales de carbón pueden ser reconvertidas a una perspectiva de economía circular. Además, por lo que se refiere a la sostenibilidad social, los nuevos empleos podrán absorber las labores de aquellas personas que hasta la fecha han estado trabajando en el sector termoeléctrico.
Por ejemplo, los llamados green jobs, están vinculados a la evolución de las tecnologías renovables, mientras que el desmantelamiento de las viejas centrales de carbón puede ir acompañado de la recalificación de técnicos y la capacitación del personal operativo en otros sectores.
La lucha contra la pobreza energética de muchas zonas del planeta y las inversiones para garantizar el acceso a la energía limpia a todos, también representan una importante oportunidad de desarrollo para las comunidades locales. Lo importante es que la transición energética sea inclusiva y no deje a nadie atrás.
Evolución de la transición energética en Colombia
El principal legado para las generaciones futuras de colombianos, es la transición energética. Esta transición tiene tres grandes objetivos: 1) migrar hacia un sistema energético más competitivo, eficiente y resiliente, mediante la masificación de energías renovables no convencionales y la adopción de nuevas tecnologías, 2) eliminar las brechas energéticas, introduciendo nuevos modelos de negocio y nuevas tecnologías para acelerar el servicio de energía eléctrica y gas combustible en todo el territorio, 3) liderar la lucha contra el cambio climático, priorizando la movilidad sostenible con la introducción masiva de combustibles de cero y bajas emisiones, el uso de vehículos híbridos y eléctricos, y políticas de eficiencia energética a nivel residencial, comercial e industrial.
Colombia se ha destacado como un líder en esta transición energética. Para el 2022, más de 12% de su capacidad instalada de generación eléctrica vendrá de fuentes renovables no convencionales, comparado con menos del 1% en 2018. Elevar su objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del 20% al 51% para 2030; y hacer de la reactivación sostenible la fuerza que impulsa la recuperación económica como resultado del COVID.
El Consejo Mundial de Energía (WEC, por su sigla en inglés) reconoció a Colombia como uno de los países que se convierte en epicentro para la transformación energética en Latinoamérica. Su impulso hacia las energías renovables no convencionales lo vuelven foco de nuevas inversiones.
El futuro de la transición energética en el país
La transición energética en Colombia está en marcha, logrando un cambio hacia una energía más limpia, con una movilidad eléctrica y sostenible con el medio ambiente. Nosotros mismo podemos aportar a esta transición: ahorrando energía en casa, cambiando hábitos como apagar las luces cuando no las necesitas o utilizar más la bici.
Diego Mesa, ministro de Minas y Energía, expreso “Colombia cuenta con diez granjas solares, que junto a proyectos de generación y de autogeneración en departamentos como Córdoba, Bolívar, Chocó, Antioquia, Risaralda, Tolima, Meta y Cauca, suman una capacidad instalada de más de 220 megavatios, comparable con lo que necesitan cerca de 200.000 hogares”.
Se está considerando la promoción de otras fuentes de energía renovable como la geotermia. Durante los últimos años, se han elaborado evaluaciones de potencial de geotermia y se han implementado propuestas regulatorias para promover su adopción. Asimismo, se están haciendo los análisis para consolidar la Estrategia Nacional del hidrógeno en Colombia, que será el primer paso para que el país produzca y utilice esta opción energética de forma masiva
Se espera que el trabajo conjunto continúe durante los próximos años para aprovechar el potencial que tiene Colombia para consolidarse como un ejemplo de transición energética a nivel mundial.
Colombia está al frente de esta transición hacia una energía cada vez más limpia, eficiente, confiable y sostenible, como la que proviene del sol y del viento.
Fuentes:
https://www.enelgreenpower.com/es/learning-hub/transicion-energetica
https://www.minenergia.gov.co/documents/10192/24079990/Cartilla-Ilustrada-MME-Digital.pdf